jueves, 9 de septiembre de 2010

(del)Ego

Nada más seguro que se encuentra hablando Ego cuando alguien dice que le molesta sobremanera el Ego -siempre de los otros, por supuesto. Tempranamente me llamó la atención la paradójica posición enunciativa desde la que solían hablar tipos como Krishnamurti por ejemplo: 'no le hagan caso a los gurúes que alimentan su Ego (¿el de quién?), ustedes son sus propios maestros, etc.', porque la gente que lo escuchaba, imaginaba yo, lo escuchaba a él como a un maestro y le hacía caso; pero si en verdad le hacía caso, eso que decía lo incluía a él mismo, entonces...Paradojas del mentiroso (Ego) replicadas ad infinitum. No es cuestión de buenas o malas intenciones; la intersubjetividad es mentirosa por naturaleza, por reflexión (ahora que me doy cuenta, [no] me creo eso). Hay que cortar por algún lado. Para producir otra cosa no basta con maltratar al irreventable Ego. Efectivamente hay que dividirse en un acto -que atraviesa el reflejo especular- sin garantías de nada, ni siquiera -y sobre todo- de sentido, por ejemplo: un axioma, una declaración, una letra, un golpe. Y qué se yo qué más (aquí: de-lego).

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