miércoles, 25 de agosto de 2010
Poder
Yo también creo en la división de poderes. Pues el poder mismo es división. Pero no en el sentido común que señala el dictum "divide y reinarás", sino en el sentido que divide...el ser mismo. El máximo poder es afirmar la división en uno mismo: autonomía o soberanía. Pero hay que afirmar efectivamente; hay que jugarse para llegar al punto de máxima vulnerabilidad en que la delegación abre -y reenvía- a la contingencia de otra decisión (de otro poder que a su vez puede afirmarse y dividirse o retroceder). Fuerza y vulnerabilidad, autonomía y delegación, no son términos antagónicos sino momentos simultáneos en los que se dona y afirma el verdadero poder; todo lo demás es mediocridad o estafa.
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