martes, 26 de julio de 2011

La muerte que el otro acaba de darse

“Martin Heidegger escribió tan tempranamente como Focio: Nadie puede quitarle su morir a otra persona. Se puede quitar al hombre su vida, pero no se puede retener, en la muerte del hombre que se mata, su morir. La frase de Heidegger agrega la muerte como posibilidad y la muerte como rapto. Sólo es comprensible si el hombre se concibe primero como rehén del rapto extranjero de la muerte.
Escolio I. Este rapto, en el ‘morir inaprehensible’, es el tiempo. Paradójicamente, lo que los humanos denominan muerte es una predación segunda e imitada que recuerda el asesinato de la presa.
Escolio II. Este raptus que es possibilitas funda en el hombre el suicidio. El suicidio designa el asesinato de uno mismo. ¿Qué significa el asesinato que concierne a uno mismo? ¿Sui-caedes? ¿Asesinato de sí mismo? Esto significa que nadie puede robarle la ‘posibilidad’ de su suicidio a otro.
Corolario. Todo hombre que se atreva a comentar la muerte que otro hombre acaba de darse es un miserable.” Pascal Quignard, La barca silenciosa.

En homenaje a Amy Winehouse y a los que, de una forma u otra, deciden no continuar.

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