lunes, 4 de julio de 2011

Del poder mediático

Recuerdo que cuando estudiaba periodismo casi todo lo que nos transmitían en la facultad estaba vinculado al surgimiento omnímodo de ese cuarto poder en el que se estaban convirtiendo los medios; sin embargo, no quedaba muy claro, más allá de las más obvias manipulaciones, hasta dónde llegaba y cómo operaba efectivamente ese poder sobre el relato de lo cotidiano.
Hoy, las redes tendidas por el poder relator/constructor de realidades han quedado bastante expuestas (en nuestro país, en virtud del enfrentamiento del monopolio mediático con el gobierno). Incluso se puede entender cómo esas redes del poder mediático monopólico construyen, además de los lugares comunes, los lugares plurales, alternativos y hasta opositores, siempre según sus propias reglas, lógicas y gramáticas (desde el "A dos voces" hasta el lanatismo).
En esta cita, extraída de una entrevista a Zizek y Assange, el primero se refiere lucidamente al segundo y su operación de develamiento del poder mediático:

"Para el filósofo, Wikileaks representa un hito. “Ojo, yo no soy un utopista. No es que todo lo que dicen los grandes medios sea falso. Su gran mentira está en cómo deciden mostrarnos la realidad. Julian y su equipo están trayendo un cambio porque intervienen justo ahí. Es igual que cuando en las revoluciones el rey quedaba desnudo. Todos lo sabían; sin embargo hacía falta que alguien lo gritara y lo remarcara para que se abriera la posibilidad de una situación nueva”, subrayó. El análisis del esloveno invitó a no confundir lo de Assange con el llamado “periodismo investigativo”. “No. Esto es mucho más radical. Porque en general la ideología no sólo controla lo que decís, sino también los modos en que podés rebelarte. Pues bien, vos y tu grupo –y aquí apuntó a su partenaire– están haciendo más que rebelarse. Están cambiando el modo de transgredir las reglas.” (página 12 de hoy)

Finalmente, operaciones como ésta han des(a)nudado las redes del poder mediático real, el rey, del que casi todos sospechábamos -su desnudez- pero del que no podíamos sustraernos fácilmente, pues tan bien tejida estaba la trama -de su vestido- que hasta los supuestos investigadores y denunciantes de profesión formaban parte de ella (hoy se los ve expuestos en su patetismo).

No hay comentarios:

Publicar un comentario