domingo, 2 de enero de 2011

En este año que comienza

Tensiones entre lo nuevo y lo viejo. Nuevas formas de articulación política que emergen por aquí por allá, y viejos modos de evaluar su potencia. Como siempre. De todas formas, constato un giro discursivo irrecusable, a partir de una serie abierta de acontecimientos (desde 2001 hasta las últimas leyes), que deja a ciertos planteos (almas bellas, cínicos hasta ahí nomás, y otras yerbas) fuera de cualquier aproximación a lo real en curso (llámesele proceso histórico, político u otro); y nos obliga a otros a pensar lo nuevo nuevamente, a re-comenzar. En eso andamos. Y por ahí nos encontramos, a veces, de manera contingente. Pero hay cierta necesidad, que puja cada vez más, de multiplicar los encuentros. Algo ha ido tomando consistencia, prendiendo, de un tiempo a esta parte, que insiste en materializarse: como un trenzado-pensamiento hecho de diferentes hilos, marcas-huellas de acontecimientos dispares. Algo ha ido tomando cuerpo a partir de decisiones irregulares, heterotópicas, por aquí y por allá; llamarle 'cuerpo político' a la cosa es parte de ello.

No hay comentarios:

Publicar un comentario